Serigrafía o transfer
Si sabes algo sobre el tema de impresión de camisetas y otros artículos, tal vez te preguntes si es mejor serigrafía o transfer. Pero, ¿hay lugar para esta cuestión? Vamos a descubrirlo ahora mismo.
Serigrafía o transfer: ¿existe esta duda?
En realidad no, ya que ambos son complementarios o, mejor dicho, el transfer de serigrafía, también llamado plastisol, es un pliego de poliéster o de papel donde se contiene la impresión.
En este caso, al usar el transfer, implica que la impresión se está realizando por medio de procesos de serigrafía tradicional, lo que quiere decir que utilizamos una máquina de impresión del tipo plana para llevar a cabo los trabajos.
Es decir, que los transfer son elementos del proceso serigráfico que se usan para la estampación sobre diversos tipos de tejido. Los más habituales para este trabajo son:
- Poliéster.
- Algodón.
- Tejidos sintéticos.
Además, el transfer también se puede realizar sobre la base especial anti-migración, que se usa en tejidos en los que el color se puede sublimar. También cuando se busca un efecto 3D con relieve.
Cómo hacer el transfer en serigrafía
Veamos qué pasos hay que dar para el uso del transfer de serigrafía:
- Primero se elabora el diseño que se va a imprimir.
- Luego, se realiza el proceso serigráfico tradicional, que tiene lugar sobre el pliego de poliéster o de papel. No obstante, hoy en día se combina con la impresión digital, más rápida y más limpia.
- Finalizado el proceso, se procede al estampado del transfer sobre el tejido. Para ello, usaremos una plancha térmica industrial durante un tiempo estimado previamente y con una presión y temperaturas determinadas según el resultado que queramos obtener.
Con este proceso de serigrafía y su transfer podemos lograr personalizar prendas y textiles muy variados, como las clásicas camisetas, las gorras y las mochilas, o sudaderas, gorros y polos. Eso sí, deben estar fabricadas en poliéster, en algodón, en nailon o en tejido sintético.