Qué es la serigrafía en vidrio
La serigrafía en vidrio es cada vez más popular e importante. Y es que, usada en botellas, vasos, copas o jarras, por ejemplo, permite que las marcas se diferencien de la competencia.
Un recipiente serigrafiado destaca sobre el resto. Por eso, cada día más marcas buscan que sus productos de marketing fabricados en vidrio dispongan de este tipo de finalidad para sobresalir.
La serigrafía en vidrio
Desde decantadores hasta porrones, cualquier producto de vidrio puede ser serigrafiado con una técnica que los haga, además, aptos para lavavajillas y microondas.
La serigrafía vitrificada sigue un proceso similar al de cualquier otro de impresión en ropa y otros objetos.
- Se separan los colores de forma independientes mediante proceso de filmación para obtener fotolitos.
- Cada fotolito contiene la información impresa del color para el arte final.
- Los colores se transfieren a una malla de serigrafía a través de una emulsión fotosensible. Este proceso se llama de solarizado.
- Se obtienen mallas con cada color que se añaden a una máquina de serigrafía industrial. Aquí se imprime uno a uno cada información sobre el color en el cuerpo del producto de vidrio.
Este proceso se hace sobre la pieza, por lo que se usan máquinas planas o cilíndricas dependiendo del artículo. Sea como fuere, es algo que abarata costes al automatizar el proceso mecánicamente.
Terminada la impresión, la pieza es cocida en un horno industrial a temperaturas de 580ºC para que las tintas vitrifiquen y adquieran resistencia, brillo y color.
Todo esto se hace gracias a colores especiales similares a los llamado pantone. Estas tintas especiales dan una consistencia enorme para que el producto final se pueda usar como si no estuviese serigrafiado sin que pierda el logo, dibujo o color.
Además, se pueden usar colores especiales metalizados para decoración en tintas de oro o plata. Y también se usa el símil ácido, una tinta habitual que permite una decoración espectacular.