Cómo obtener un buen fotolito para serigrafiar

Para que una impresión serigráfica resulte de buena calidad es imprescindible que el fotolito para serigrafiar se haya realizado en forma correcta, independientemente del sistema que utilicemos para hacerlo de manera previa.

El fotolito para serigrafiar es el soporte transparente en el que se dibujará con la tinta más opaca posible, el dibujo o diseño que más tarde será estampado.

Este fotolito se colocará sobre la pantalla, previamente emulsionada, y mediante la exposición controlada a la luz y su posterior revelado, se conseguirá fijar el diseño a la pantalla para luego poder reproducirlo.

Tipos de fotolito para serigrafiar y cómo lograrlos

Fotolito para serigrafiar dibujado a mano en papel

Es el dibujo realizado en papel sulfito o similar semitransparente, en el que usaremos un rotulador negro para el diseño. Una opción es aplicar aceite de girasol del otro lado de la hoja para mejorar la transparencia.

Fotolito  para serigrafiar dibujado a mano en acetato

Es el dibujo hecho en acetato transparente y en el que también usaremos un rotulador negro para el diseño. La tinta puede “resbalar” en el acetato, así que tal vez debamos repasar por donde se vean grises al trasluz.

Fotolito para serigrafiar con impresora de inyección

La copia del diseño con impresión de inyección no es lo más recomendable, ya que se corre el riesgo de que la tinta injecct patine y genere demasiado banding (marcas de movimiento del inyector).

Además, la tinta no se fija al cien por cien y en algunos casos es necesario repasar con el marcador permanente.

Fotolito para serigrafiar en acetato con impresora láser

Es la mejor opción para conseguir un fotolito de máxima calidad con un mínimo coste. La impresión es firme y duradera. La opacidad es excelente. Puedes hacer dos copias y montar una sobre otra para conseguir más opacidad.