Cómo hacer serigrafía sobre cerámica que resista horno
Estampar en serigrafía sobre cerámica requiere de una técnica específica más larga que la serigrafía tradicional. El proceso se complica cuando se deben imprimir piezas curvas, pero en las piezas de cerámica planas también es necesario utilizar tintas especiales.
Las calcomanías con pigmentos cerámicos permiten adaptar la impresión serigráfica a las formas curvas, logran una impresión permanente resistente al horno y se funden al cocinar la pieza, resultando en un estampado de calidad sin papel engomado visible.
Técnica de serigrafía sobre cerámica
El procedimiento para el estampado de las calcomanías para la serigrafía en cerámica plana o curva se realiza en 2 etapas.
Primera etapa
Comienza tras contar con el bastidor o la pantalla revelada con el diseño a imprimir.
Luego se corta el papel engomado para calcomanías en el tamaño adecuado (teniendo en cuenta el margen para la película de transporte que veremos más adelante) y se coloca el papel engomado registrándolo sobre la superficie.
El registro permite estampar los sucesivos colores en caso de ser necesario, y que coincida el dibujo.
Luego se vierte una tinta especial hecha con pigmentos cerámicos y con base de aceite, se pasa la rasqueta y se imprime el diseño, tantas veces como colores necesite, dejando secar entre capa y capa.
Segunda etapa
Cuando la calcomanía está lista y seca, se pinta con una capa de un líquido llamado película de transporte.
Se preparan entonces las ventanas del tamaño para el diseño y se imprime la película. Una vez seca, se sumerge en agua para separar la lámina de plástico con la impresión y se coloca sobre la superficie de cerámica a imprimir.
Una vez fija en su lugar, se frota la calcomanía asegurándose que no queden bolsas de aire.
Durante la cocción de la cerámica el plástico se consume y solo queda la imagen en serigrafía sobre cerámica.